Esa que llaman la Clara
la flor de Villarmayor
se marchó para Ledesma
a servir a un gran señor.
Ay la Clara, la Clara, la Clara
que antes era moza y ahora ya es Casada.
Albardero, albardero, albardero
que ya no te quiere la hija del herrero.
De que le sirve a la Clara
ponerse donde t’os la vean
si los mozos de este pueblo
ya saben de qué pie cojea.
Ay la Clara, la Clara, la Clara…
La Clara cuando va al baile
lleva saya colorada
porque no digan los mozos
que la Clara va preñada.
Ay la Clara, la Clara, la Clara…
Y en casa de Chapurrín
unos entran y otros salen
y otros llaman a la puerta
por ver si la Clara sale.
Ay la Clara, la Clara, la Clara…